miércoles, 27 de marzo de 2024

Quién lo iba a creer






I


En 1957 Caracas estaba en ebullición. 
La ciudad que hasta hacía muy pocos años no pasaba de ser una bucólica aldea al pie de una majestuosa montaña, con un envidiable clima fresco que deleitaba durante todo el año, se encontraba sumida en una afanosa actividad de construcciones post modernas y el signo de cada día era el del progreso desarrollista que era impulsado desde las más altas esferas de un gobierno de facto que se había instaurado en 1948.

Era un espejismo.

Debajo de esa pátina de oropeles que transformaba las ciudades en joyas de la arquitectura contemporánea, corría un río tenebroso teñido de opresión.

Eran tiempos de dictadura.


II


El primero de mayo salió a la luz la carta pastoral del Arzobispo de Caracas, Monseñor Rafael Arias Blanco: ”…una inmensa masa de nuestro pueblo está viviendo en condiciones que no se pueden calificar de humanas.”

De acuerdo con la constitución que el propio régimen se dio en 1953 para afianzarse, el 57 sería año electoral.

El clima era de resignación. 

Muy pocos apostaban por cambios significativos en la estructura del gobierno, todo parecía destinado a perpetuarse porque todas las instituciones estaban secuestradas por ese poder, y los opositores estaban en el exilio, en la clandestinidad, en las cárceles o en los cementerios.

Llegando el momento de las elecciones el régimen cambió las reglas del juego y, pasando por encima de su propia constitución, sustituyó las elecciones por un plebiscito que pretendía consultar si el país quería continuar bajo la égida del tirano.

Para evitar contratiempos montó la trampa y cedió a la tentación del fraude, asegurándose una victoria arrolladora.


III


Muchos piensan que la carta pastoral de Monseñor Arias había sembrado una semilla de conciencia ciudadana que comenzó a retoñar aceleradamente hacia fines de ese año, para cambiar el ritmo de la historia venezolana y condenar las apetencias de una dictadura que parecía que sería eterna.

Ya sabemos lo que pasó el 23 de enero de 1958.

 


1 comentario:

  1. El Tiempo

    ¿Qué filósofo hablo del tiempo?

    Platón es uno de los primeros filósofos en reflexionar sobre la realidad del tiempo y afirmaba que este era una imagen móvil de la eternidad

    ¿Qué dijo Platon del tiempo?

    Platón aporta ya, por tanto, los elementos esenciales de la definición aristotélica: «Tiempo es la medida del movimientos según el antes y el después». Esta idea del tiempo como número y medida será posteriormente duramente criticada por los estoicos

    ¿Qué dice Heidegger sobre el tiempo?

    Según Heidegger, la temporalidad es una unidad en la cual el pasado, el presente y el futuro no son momentos diferentes, sino que se encuentran como éxtasis (salidas de sí mismo) esencialmente entrelazados

    ¿Qué es el tiempo para Socrates?

    El tiempo no es experimentable si algo no está en el tiempo, sin algo en lo cual podamos percibir su transcurrir. En algo que transcurre leemos el tiempo y su número, y podemos hacer esto sólo porque él transcurre con un determinado orden. cosmos por todo el tiempo.

    ¿Qué dijo Aristóteles sobre el tiempo?

    El tiempo no es movimiento, pero debemos reconocer que no podemos hablar de tiempo sin cambio. Pues cuando en nuestra alma no cambia nada o no advertimos que cambie algo, tampoco advertimos el pasar del tiempo. Dicho de otro modo, el tiempo solo existe para nosotros, en tanto que el alma capte cambio o movimiento.

    ¿Qué dice Immanuel Kant sobre el tiempo?

    De esta forma, Kant nos muestra que el tiempo y el espacio no pueden ser substancias o accidentes en sí, porque son las condiciones de posibilidad humanas de toda experiencia posible, y no las condiciones de posibilidad del ser de las cosas, o en otras palabras, de las cosas en sí
    ¿Qué es el tiempo para Heraclito?

    Heráclito utiliza el verbo (gígnesthai) para hacer referencia al devenir o sucederse de las cosas todas, siendo este devenir en conformidad, de acuerdo al lógos que existe siempre. Este lógos es común y parece ser que estructura el devenir del mundo tanto como habita en lo más profundo de nuestra alma.7 sept 2019

    Qué es el tiempo para Descartes?

    Descartes sostiene que el tiempo es numerable, pero también establece una diferencia entre tiempo y duración y liga esta última de manera necesaria con la existencia de las sustancias.

    Qué es el tiempo en la metafísica?

    El tiempo es, en sentido general, una magnitud física que se utiliza para medir la duración, simultaneidad y separación de los hechos y acontecimientos. Esto permite ordenar acontecimientos en una secuencia, de la que se desprenden las nociones de pasado, futuro y presente




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