viernes, 5 de julio de 2024

Seguid el ejemplo que Caracas dio



Lo reviso constantemente en mi.

Creo que busco protegerme de los efectos fuertes que observo por el predominio creciente de la desinformación y el auge de la posverdad que ha instalado en nuestra cotidianidad el fenómeno de las redes sociales.

Confieso que temo convertirme en uno de esos seguidores enceguecidos por una adicción compleja que, como todas, termina desquiciando a los humanos, a veces de manera irreversible.

Es un ansia de inmediatez que, en mi opinión, lleva a la muy peligrosa superficialidad y a la falta de interés por ahondar en asuntos de importancia que pueden condicionar el porvenir.

Dicho esto, me aventuro a opinar sobre el proceso político electoral venezolano de esta crucial momento para la nación.

Me parece que, a pesar de que ayer, 04 de julio de 2024 se dio inicio formal a una campaña electoral que durará tres semanas, hasta el 25 de este mismo mes, el resultado es perfectamente predecible, juzgando por las manifestaciones populares multitudinarias en apoyo del candidato opositor, Edmundo González, quien va de la mano de uno de los liderazgos más telúricos de la historia reciente del país: María Corina Machado.

Como dije al principio, estoy aquí tratando de torear el encanto perverso de las redes, pero ¿cómo sustraerse de la evidencia que supone el desborde popular que observamos en la “caravana” convocada para recorrer un sector del este caraqueño?

Entrecomillé caravana porque lo que mostraron las imágenes fue una concentración de gran cantidad de personas a lo largo de toda la ruta programada. 

Algunos dicen que, quizás, se haya alcanzado el millón.

Al unir eso con lo que venía ocurriendo en todo el país durante el incesante recorrido que Machado hizo en la etapa previa a la campaña formal, con las manifestaciones de fervor popular en todas partes, de gente necesitada de todo, impedida de todo, que vencía obstáculos innumerables para llegar, para estar presentes y acompañar a la líder, no me quedan dudas.

El pueblo, esa categoría socio política tan difícil de definir con precisión, pero de indiscutible existencia y rotundidad, está expresándose claramente y está clamando por la salida del gobierno actual.

Se combinan muchos factores que, seguramente, los especialistas podrán desarrollar profusamente. 

Particularmente, me quedo con la combinación de una profunda decepción ante el sostenido incumplimiento de las promesas del gobierno durante 25 años, con el contacto directo con alguien que emerge como la abanderada de todas las esperanzas para construir un país mejor y merecido que, en mi opinión, es lo que encarna María Corina, y lo que creo que ya está asentado de esa manera en el imaginario popular. 

Ella entendió la importancia del contacto directo, del calor humano sin intermediarios tecnológicos, y se lanzó a un periplo incesante, que ahora rinde frutos.

Me parece que la tendencia que marca esa buena siembra es irreversible y creo que es lo que se evidenció en Caracas ayer y, seguramente, se seguirá viendo durante el recorrido que realizarán la líder y el candidato por sitios principales de todo el país durante todo el período de campaña.

No sé, no puedo saber, si los resultados verdaderos serán revelados y respetados por el aparato oficialista, que no ha cesado de interponer obstáculos a esta marcha de la esperanza, con fines insospechados; pero creo firmemente que esos resultados los conocemos todos, por una suerte de poder premonitorio colectivo alimentado por las esperanzas de millones.

Ya el pueblo eligió.