I
El cielo que mira Ignacio Andrade en 1899 transita entre Libra y Escorpio.
Atribulado, quizás asustado trata de comprender la mala vuelta de su fortuna, él que hasta no hace nada se sabía primero entre caudillos, presidente hasta 1902.
¿Cómo entender que una hueste menor de encapotados de occidente, sin ninguna posibilidad de victoria, toque a sus puertas para desalojarlo?
En el espejo mira la derrota inevitable ya, muy adentro sabe que esas tempestades que se lo llevarán comenzaron con los vientos del fraude electoral que lo encumbró en casi un par de años antes.
Toma el sombrero y se va a La Guaira, para emprender el destierro.
Cipriano Castro entra a Caracas el 23.
II
Es 1945.
Las vueltas de la fortuna han traído al general Medina hasta este trance aterrador.
Medita solo, luego de intercambios con sus más cercanos colaboradores, con sus asesores íntimos.
Comprende que el poder supremo pervive en un recinto solitario.
Entiende que de su mano puede salir el golpe devastador que desate la lucha fratricida.
Se da cuenta también que todo esto está pasando porque no supo interpretar el clamor de quienes esperaban más apertura de su parte.
Quizás sienta arrepentimiento, ¿quién sabe?
El 19, con la frente alta, se va al cuartel, se entrega y resigna el poder heredado.
III
Alfredo es el nombre del jefe de la clandestinidad Leonardo Ruiz Pineda, que se desplaza por una calle de San Agustín, en Caracas en octubre de 1952.
Acaba de cumplir 36 años de edad, le parecen muchos; ha vivido tanto y tan intensamente.
Después de lograrse la publicación del “Libro Negro”, siente que se despliegan alas de libertad.
La lucha y sus sacrificios parecen estar mostrando sus primeros frutos.
Hay brillo de esperanza en sus ojos la noche de octubre en que la bala asesina los apagará.
El 21 se eleva al sitial de los héroes mártires.
Ese sacrificio será combustible para el motor que llevará a una nueva estación el 23 de enero, seis años después.
IV
En 2023, el 22, se va la gente a la calle para elegir, votando, a alguien que represente una opción de cambio.
Es la desembocadura de vueltas y revueltas largas para alcanzar acuerdos, para coordinar acciones, para organizarse pese a todas las adversidades y obstáculos, los interiores y los fraguados desde el poder establecido.
La jornada es exitosa.
María Corina Machado celebra su victoria sabiendo que recibe una gigantesca responsabilidad conductora.
El año que seguirá le infundirá sabiduría y obligará a una maduración acelerada de sus competencias dirigentes.
En su espejo de la clandestinidad se refleja ahora la certidumbre de los predestinados.
V
Entre fraudes, errores de cálculo y sacrificios, transcurren octubres de tres siglos en una tierra común.
Cuatro generaciones y contando…