Hay temas aborrecibles.
Tiene uno que intentar poner distancia con ellos porque, sencillamente, su contacto daña.
En mi caso eso pasa con la tortura.
No quiero saber de ella.
Aunque deba admitir que existe, no quiero saber de ella.
La siento como una telaraña siniestra que, de solo mencionarla, comienza a envolverlo todo tiñéndolo de pesar y fetidez perturbadora.
Saber de sus prácticas es tan nocivo que puede desconectarme de mis quehaceres y comenzar a robarme las pequeñas alegrías cotidianas.
La tortura es abyecta.
Pero pasa, y nos hace saber que existe. Que hay personas capaces de infligirla sobre otros, que la sufren impotentes, indefensos…
Así ha sido desde siempre.
Los humanos nos hemos demostrado capacidad de poder ser crueles hasta el extremo.
En estos días de prolongada tragedia venezolana vuelve la tortura a mostrar sus fauces hediondas, y los hombres a presentarnos su faz más oscura.
Al capitán lo mataron los esbirros.
Al capitán lo mató una forma despreciable de entender el mundo.
Y me digo, de nuevo, ya casi cansado de repetírmelo, ¡no puede ser, esto no debe pasar!.
Pero pasa, y sigue pasando, y seguirá pasando hasta que declaremos ¡basta!.
Venezuela parece poseída por demonios insaciables, con empeños de arrasar…
¡Tus palabras son el espejo de mis angstias de estos días! No la quiero pero es inevitable que se haga presente .... porque la tortura existe, pasa y sigue pasando!
ResponderEliminarSuscribo totalmente lo que escriben. Pasan y pasan los años y siguen habiendo lugares del mundo que no progresan. o la pregunta es al reves ¿ Cuantos son los lugares del mundo que se le da cabida a todo dipo de diverdidad y de exposicion de ideas libremnente sin que ello termine en muerte por ser diferente en cualquiera de las formas?
ResponderEliminarQuerido Carlos, tus palabras reflejan totalmente mi sentir... Gracias por escribirlas y entregarlas al mundo por mí. La tortura es un tema que me sobrepasa, me descompone, me roba los momentos de bienestar que cultivo con tanta dedicación en mi vida cotidiana en Venezuela. Es horrible vivir en una dictadora tan perversa, asesina y violadora de los DDHH. Un abrazo.
ResponderEliminarTu apreciación es la descripción de una de las formas mas viles y canallas de humillar al ser humano llevándolo hasta su muerte practica esta que comenzó con la humanidad misma....
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